En la mayoría de los casos como Entrenador Personal los deportistas que se interesan por la salud acuden con el objetivo de disminuir la masa grasa. Queremos combatir los excesos que generan el estrés y el sedentarismo de la vida diaria…
En la mayoría de los casos, los deportistas tras la actividad física aumentan las ganas de comer o el apetito y caen en el error de realizar una ingesta superior de lo que realmente necesitan.
No obstante, por parte del Entrenador Personal, tenemos que tener la base fundamentada de qué tipo de entrenamiento hace mejorar el problema relacionado con el apetito. Basándonos en la Ciencia Deportiva, recientemente se ha publicado un arículo de Martins y colaboradores en la Medicine & Science in Sports & Exercise donde se debate sobre este problema.
Se investigó sobre la importancia del efecto que tenía los diferentes tipos de entrenamiento o metodologías de entrenamiento.
1. Entrenamiento moderado continuo
2. Entrenamiento interválico
3. Entrenamiento de alta intensidad (HIIT)
Los resultados fueron sorprendentes a conforme leía el artículo. Tenía la hipótesis al igual que los autores, de que el entrenamiento de alta intensidad iba a ser el que mejor parado resultaría de la investigación… Pero no hubo diferencias en relación al ejercicio realizado y el apetito que provocaba.
Por lo tanto nosotros llegamos a la conclusión de que con un ejercicio adecuado e individualizado y una nutrición también adecuada e individualizada seremos capaces de conseguir evitar el aumento de apetito ya que el deportista entrenará y se alimentará de acuerdo a su nivel y sus objetivos. La nutrición individualizada le enseñará a no tener esa sensación de aumento de apetito. ¿QUÉ PODEMOS HACER POR TI?