En la actualidad estamos viendo que cada vez más deportistas profesionales y no de tan alto nivel se esfuerzan por entrenar en condiciones de hipoxia, es decir, con una menor concentración de oxígeno en el aire que se resipira.
Pero realmente, para saber si esta metodología es eficaz tenemos que ver la Ciencia del Deporte qué dice al respecto. Recientemente se ha publicado un estudio en la Medicine and Science in Sport and Exercise que habla del entrenamiento en hipoxia en deportes intermitentes.
¿Realmente es eficaz esta metodología?
En este estudio participaron 29 varones sanos (18-30 años) que realizaron 6 semanas de entrenamiento interválico de Sprints en cicloergómetro. El entrenamiento consistía en realizar Sprints de 30 segundos de duración con un intervalo de recuperación de 4.5 min repitiendo esta rutina 3 días por semana.
En comparación con el test inicial, los resultados en cuanto a la potencia correspondiente a los 4 mmol de lactato en sangre durante el test maximal, aumentaron un 7% en normoxia y un 9% en hipoxia en el grupo de Entrenamiento en Hipoxia, mientras que los valores se mantuvieron constantes en el grupo de entrenamiento en normoxia.
Tanto el VO2MAX en el test maximal en normoxia como el resultado de la prueba contra reloj en hipoxia y normoxia aumentaron en un 5-7% en ambos grupos.
Los autores de este estudio llegan a la conclusión de que el entrenamaiento intervalico de Sprint en hipoxia produjo una mayor regulación de la actividad de la fosfofructoquinasa muscular y el umbral anaeróbico que el mismo entrenamiento en normoxia. Por lo tanto podemos decir que el entrenamiento en hipoxia produce mejoras susntanciales en el deportista. Ahora debemos coordinar muy bien cuándo aplicar esta técnica de entrenamiento.