Una nueva tendencia del entrenamiento hace que se programen sesiones de
entrenamiento en ayunas por la mañana.
El entrenamiento en ayunas se hace con una baja concentración de glucógeno hepático y muscular) a baja/moderada intensidad (por debajo del umbral láctico), con el fin de provocar la activación de una enzima que favorece la producción de energía con los ácidos grasos.
Un estudio publicado en la European Journal of Applied Physiology nos desvela pequeños consejos.
