Una nueva tendencia del entrenamiento hace que se programen sesiones de entrenamiento en ayunas por la mañana.
El entrenamiento en ayunas se hace con una baja concentración de glucógeno hepático y muscular) a baja/moderada intensidad (por debajo del umbral láctico), con el fin de provocar la activación de una enzima que favorece la producción de energía con los ácidos grasos.
Un estudio publicado en la European Journal of Applied Physiology nos desvela pequeños consejos.
Los participantes realizaron una sesión de entrenamiento en ayunas que consistió en 45 minutos al 50% W máx. en bicicleta, seguido de unas series de 1 min al 80% W máx. con recuperación activa de 1 min al 40% W máx.
Además, los sujetos ingirieron placebo o proteínas antes (20 g), durante (10 g) y después (20 g) del ejercicio. Los resultados mostraron que la ingesta de proteínas no afectó a la activación de la enzima asociada al entrenamiento en ayunas.
Nosotros recomendamos esta técnica de entrenamiento en ayunas bajo supervisión de un profesional y en deportistas expertos.