Uno de los aspectos más importantes del rendimiento en el deporte es vencer a la fatiga. El cansancio aparece durante los entrenamientos y durante las competiciones y el deportista sea cual sea su especialidad deberá adaptarse y vencerlo.
En primer lugar vamos a ver los tipos de fatiga que podemos encontrar en la práctica de deporte. O al menos, el cansancio más conocido y que más notamos en sesiones de entrenamiento.
Posteriormente veremos cómo la Ciencia del Deporte investiga en qué forma nos afecta las sesiones de entrenamiento a la fatiga y cómo podemos combinarla para que no nos afecte en exceso.
¿Piensas que el control de la fatiga nos afecta?
Realmente la fatiga que más conocemos es la fatiga central y la fatiga periférica. Vamos por pasos. La fatiga central (sin ser excesivamente técnicos en la definición) es aquella fatiga general que afecta al SNC (Sistema Nervioso Central) y que genera cansancio en el deportista a nivel general. Por lo tanto la recuperación será más duradera y se deberá gestionar mejor. No obstante la fatiga periférica es aquella que influye a una zona del cuerpo, por ejemplo, hacemos una sesión de fuerza de CORE, por lo tanto la fatiga es de esa zona; lo que nos permitiría hacer otra sesión de entrenamiento de otra zona o incluso que provoque fatiga central.
Pero en ocasiones hemos oído hablar de la fatiga mental, ¿verdad?. ¿Qué será esta fatiga?, ¿nos afectará?
Recientemente se ha publicado un artículo que nos habla de la fatiga mental y el posterior rendimiento en pruebas de resistencia. Es decir, tratan de evaluar la calidad del entrenamiento de resistencia cuando un deportista afirma que tiene fatiga mental.
Los resultados sugieren que la fatiga mental no afectan al resultado de la calidad de entrenamiento de resistencia. Por lo tanto, en teoría, la fatiga mental no afecta al rendimiento.
No obstante desde nuestro punto de vista, cuando un deportista afirma que tiene fatiga mental, lo registramos como una gran alarma. Puesto que para nosotros el punto más importante del entrenamiento son las sensaciones de los deportistas y jugadores. Así pues cuando detectamos una fatiga mental debemos actuar con mucha cautela y volver a conducir el entrenamiento de nuestro deportista hasta que esa fatiga desaparezca. Para nosotros una mala sensación en el entrenamiento no lo consideramos como un buen camino, hay que corregirlo a adaptarlo.
Para nosotros es importantísimo el feedback con el deportista para poder evitar la fatiga central y que todas las sesiones de entrenamiento sean beneficiosas. Combatir la fatiga y aumentar el rendimiento es fundamental para que los objetivos que nos proponemos se consigan.